Vistas de página en total

lunes, 11 de septiembre de 2023

Miguel Esteban y su comarca en tiempos de Cervantes. El poder local



(PRIMERA PARTE)

 

J.J. Ruiz Ibañez y Oscar Morín,  forman parte de Red Columnaria, un proyecto cuyo fin es comprender el pasado de una Corona que ejercía su poder e influencia en todo el globo terrestre. Este grupo de historiadores están dedicados a estudiar  las estructuras y relaciones de poder que se desarrollaron en todas las posesiones sobre las que reinó la casa de Austria y posteriormente la Borbón,  Red Columnaria ha ampliado el campo de estudio  tradicional ampliando su ámbito a otros territorios limítrofes en los que hubo influencia hispánica,  para entender la influencia que ejercieron los Austrias entre las élites de otros reinos y repúblicas, que si no llegaron a ser posesiones propias,  si que fueron auténticos “ espacios ibéricos” que acabarían diluyéndose conforme quiebre el poder de los Austrias y se consoliden las nuevas monarquías en Francia, Inglaterra,...

 

     El nombre oficial de estos reinos en su conjunto es Monarquía católica, aunque también se  le denomina  Monarquía hispánica, Las Españas o Imperio español para definir todas estas posesiones. Independientemente de cual sea la  denominación, lo importante es  saber como se estructuró el poder en cada uno de los reinos de la Monarquía para entender las semejanzas  y diferencias entre ellos. Red Comumnaria está compuesta por diversos historiadores e investigadores de diversas universidades repartidas por todo el mundo, fruto de ello han surgido libros tan interesantes como Hispanofilia,  Historia mínima, los mundos ibéricos,... gracias a los cuales conocemos mejor la historia de los exiliados, de los aliados del monarca ibérico e incluso de sus enemigos.

 

                                                 

     La hegemónía ibérica.

 

 

“Considerado desde la posición de sus vecinos, el poder de los reyes ibéricos, más aún durante el periodo de unidad de las dos Coronas, España y Portugal, parecía verdaderamente formidable...”(Ruiz y Morín 2021, 246).

 

   A pesar de la superioridad tecnológica y táctica de los ejércitos de los Austrias, la realidad se imponía, Francia, principal rival de los Austrias duplicaba en población a la Península ibérica, para poder mantener las posesiones los Austrias tuvieron que pactar con las élites de cada una de sus posesiones fueros y privilegios a cambio de su sumisión.

 

“Sin embargo, en su implementación, su capacidad efectiva para imponerse dentro de sus dominios fue bien limitada. Los recursos para mantener el orden y la lealtad de súbditos y territorios eran realmente escasos, como se comprobó cada vez que alguna ciudad se amotinaba o un territorio se alzaba contra el rey”. ( Ruiz y Morín 2021, 246).

 

Esta política policéntrica resultó efectiva para defender los territorios esparcidos por el mapa, los territorios eran defendidos por los ciudadanos que organizados en milicias defendían su ciudad militarmente mientras al campesino lo usaron de  carne de cañón fortificando las ciudades con trincheras a tiro del ejército enemigo.

Para algunos historiadores, para una guerra ofensiva era mejor centralizar el poder (Andujar 1999, 31-33) sin embargo, en el caso español la guerra tuvo efectos totalmente distintos al francés, pues ante la falta de capital, se tuvo que recurrir a asentistas y élites locales que socavaron y privatizaron el poder, es decir lo re-feudalizaron.

Se puede concluir que la hegemonía ibérica fue posible gracias a su conformación política y  jurisdiccional más que militar y siempre teniendo en cuenta que Francia, Inglaterra, Portugal,... estaban en un proceso de crisis debido a sus enfrentamientos por la sucesión de sus monárquicas.

 

   Las élites locales en el Partido de Quintanar de la Orden y el Priorato de San Juan.

 

    Nuestra comarca estuvo poco poblada en tiempos de los Reyes Católicos, sus élites  estuvieron compuestas generalmente por los llamados hombres buenos y algún que otro caballero de cuantía, raramente se encontraban hidalgos de ahí que se les viera con reticencia, será a partir de 1550 cuando comiencen a abundar las demandas de hidalguía y a concederse estas ejecutorias desde Grandada (López- Salazar 2005).

La llegada de élites foráneas generó una situación de tensión social que si bien en algunos pueblos como Campo de Criptana, el pueblo se dividió en bandos, en otros se llega al enfrentamiento violento como en la venta de Puerto Lápice, (López-Salazar 2023)  pero lo normal es que la resistencia se hiciese de forma jurídica.

 

    

     Estrategias para llegar al poder:

 

Para conseguir estos nuevos vecinos ser reconocidos como hidalgos debieron pleitear en Granada alegando ser hidalgos venidos del norte, alegan haber participado en las guerras granadinas, ejercer cargos que estaban reservados a los hidalgos (los Patiño consiguen así la hidalguía) etc.

 

Aprovechar que los alcaldes  dependieran económicamente de ellos (paniaguados) y así les borrasen de los libros de pecheros (familia Pareja en Pedro Muñoz).

Controlar el concejo y sus cargos reclamando la mitad de los oficios municipales.

Comprar los regimientos a perpetuidad. En Miguel se pusieron a la venta tres, valorados dos  en 30.000 maravedíes y uno en 32.000, diez y alférez en El Toboso, el juez de  Quintanar de la Orden, fue Diego Quixada ..cargo también vendido. Sin embargo, al finalizar del siglo estos cargos comienzan a quedar vacíos, (1 El Toboso, 1 Miguel Esteban, 1 Villa de don Fadrique...)

Otra estrategia fue incorporarse a una familia de mayor prestigio y entrar en dependencia de ella, como sucede en Alcázar de San Juan desde 1494, año en el que el concejo denuncia que los familiares y clientes de los Zúniga obtienen cargos que le correspondían ser elegidos por el concejo. En el caso de Miguel Esteban, emparentar con los Villaseñor por su familiaridad con los Pacheco era imprescindible, ( los Carrión de Quero, los Acuña), pues  aunque perdieran la encomienda de Mirabel por su apoyo a la Beltraneja, siguieron administrándola para quien la poseyera, generalmente militares y nobles cortesanos (los Guevara).

 Fundar mayorazgos y luego alegar ser hidalgos fue otra de las formulas empleadas, pero nunca fue de forma mayoritaria ( los Acuña de Miguel Esteban tienen mayorazgo desde el siglo XVI).

Ostentar asientos privilegiados en las iglesias e incluso fundar capillas, para alegar distinción social en las ejecutorias ( Los Collado en Quintanar, los Acuña, e incluso habrá entre el propio clero pleitos por los privilegios de los frailes capuchinos por salir en procesión en Villanueva de Alcardete.

 

Juan de Villaseñor y Orozco, 
Capitán de Hernán Cortés,
Comendador de Medellín y
nieto del comendador de Mirabel
 ( Miguel Esteban) Juan Villaseñor

  ¿Por qué quieren ser hidalgos?

Si bien es cierto que los hidalgos estaban exentos de pagar ciertos impuestos, son otros privilegios los más rentables que se consiguen al controlar el concejo,  controlando el poder local se controla la cuantía de los salarios que se pagarán en la villa, controlan precios de productos como la carne, cuando se arrendan o vendan tierras del común serán ellos los que las compren o arrenden, obtendrán cargos y oficios como alguaciles, doctores, etc, y sobre todo, no podrán ser juzgados por jueces pecheros, es decir, serán juzgados por sus familiares ya que dentro de las estrategias de  poder está emparentar con familias de Quintanar, así en 1581 un vecino miguelete se quejó al ser juzgado por la inquisición del trato de la justicia hacia su agresor, un hidalgo de la villa, que fue juzgado en Quintanar por sus primos y por ello quedó libre a los doce días.

   


 Otros privilegios, no menores, estuvieron relacionados precisamente con lo opuesto a lo que presumieron en las ejecutorias para conseguir la hidalguía, en este caso fue el privilegio a no ir a la guerra (y lo ejercerán como nadie en el siglo XVII) privilegio de no estar obligados a alojar soldados en los llamados alojamientos, si alojaban a alguien era de forma voluntaria y a oficiales, privilegio de no ser expropiado de pertrechos para el ejército,  es decir ceder mulas, carros, etc.


La reacción de los hombres buenos.

 

Se entiende por hombres buenos a personas  con una economía o un oficio que le permite tener cierto prestigio dentro de la sociedad, fue el sector social y económico más dinámico en tiempos de los Reyes Católicos. Los enfrentamientos entre hidalgos y hombres buenos estuvo motivado por ostentar el poder local más que por conflictos entre estamentos (G.Mayllo), de ahí, que encontremos en los documentos cierta desconfianza hacia sus orígenes, “ dicen ser hidalgos”  o en Corral de Almaguer en 1562 se puede leer: “ inútiles” “no capacitados” “ maltratan a la república y quieren que todos les sirvan”.  Los pleitos más importantes que les enfrentaban  fue  por la aplicación de los medios oficios en los municipios, que consistía en repartir la mitad de los cargos a una minoría como eran los hidalgos y la otra mitad a los hombres buenos que eran más numerosos. Con el tiempo, la aplicación de los medios oficios se consolidó, como dijo Domingo Ortiz :” fue una paz de compromiso entre minorías privilegiadas y mayorías plebeyas”. Según este autor, los hombres buenos prefirieron conservar y dejar por sentado los cargos que podían ostentar, aunque fuera injusto por la desproporción numérica, que perderlos todos ante la pujanza hidalga que amenazó con el monopolio de todos los cargos. No obstante, tendremos en los siglos XVII y XVIII multitud de casos en los que los hidalgos alteraban los resultados electorales de los alcaldes pecheros para que fueran adeptos a ellos, Puebla de Almoradiel, Miguel Esteban, etc. Es en este contexto donde se entienden mejor los pleitos de la familia Acuña cuando lucha por perpetuar los símbolos de poder y familiares durante el siglo XVI y XVII dentro de la iglesia,  su relación con los Villaseñor de México y los enfrentamientos con el resto de hidalgos de la localidad, al parecer deudores de éste.

La función del hidalgo dentro de la monarquía.

 

“El poder a escala local pertenecía a, valga la redundancia, los poderosos, es decir, a aquellos grupos sociales que, mediante el control de las corporaciones señoriales o municipales, eran capaces de movilizar a la población, hacerle pagar impuestos y mantenerla dentro del orden público...” (Ruiz y Morín).

 

 A lo largo del siglo XVI, el asentamiento de la Corona en este reino hizo que la las Cortes de Castilla se mimetizaran con el proyecto de la Corona. Las Cortes de Castilla solían aprobar todas las peticiones que el rey hacía a cambio de tiempo para aplicarlas y como élites que eran,  beneficiarse en su recaudación.

 

 “...Gigüela y Çancara hay muchas y muy buenas dehesas para la cría de los potros donde las vecinos y marcadores de las villas traen ganados manda e de yeguas cavallerias que passan de más de dos mill cabezas de vientre y haziendoles de hechar a caballos tales y conforme está mandado por leyes de las reinos no lo hazen y contraviniendo ellos de más tiempo de diez años a esta parte las echaban y cubren con asnos garañones y tienen por trato y gran feria tener loas yeguas y garañones y traelos de la feria de Andalucía para este efecto y lo hace publicar viniendlo y subiendelo las alcaldes y regidores que el aquí a tiempo han sido de los dichos villas y no lo han tradicho antes como gente rica y poderos a tener más yeguas que los otros dichos vecinos. ( Madrid 1572  sobre las  faltas que se comenten el el Priorato de San Juan.)

 

(...)me aveys representado, y por otras relaciones tengo entendido, el del uno por ciento, haziendo de daño más de tres millones, no llega a valer para mi Real hazienda cada año seyscientos mil ducados, y no llegando a dos millones el servicio antiguo sobre las quatro especies de carne, vino, vinagre y azeyte, haze de daño más de ocho millones, cargando este peso sobre los más pobres, cediendo todo el aprovechamiento a favor de los más ricos, por mano que tienen y fraudes que hazen en la administración y el dolor y sentimiento que me causa ver padecer a tan buenos y leales vasallos.  (Discurso de nuevo año 1631).

 

   Alloza Aparicio nos recuerda  “ En su Historia Fiscal Europea Richard Bonney señala algunos aspectos comunes en la mayor parte de los reinos (...) el hecho de que fueran los gastos de los estados y no los ingresos los que a la postre determinarán la cantidad de dinero a extraer a los súbditos(...) El sugerente título del libro de Juan Manuel Carretero Zamora, Gobernar es gastar, lo atestigua así para el caso castellano.”  (Alloza 2019, 15).

 

 En nuestra zona encontramos algunos privilegios reales entregados a El Toboso y Miguel Esteban donde a cambio de cientos de miles de maravedíes que pagaría el concejo, los ayuntamientos estarían libres del control del gobernador o cuando menos limitado durante el verano, época en la que se segaba y el gobernador podía hacer justicia frente a los abusos. Estos privilegios eran pagados por el concejo, es decir, los paga mayoritariamente pecheros, mientras que el disfrute del privilegio es mayoritariamente en favor de los hidalgos.

 Algo parecido sucede con los regimientos perpetuos, con las crisis económicas de finales de siglo XVII, al ser imposible pagar los regimientos por muchos de los regidores empobrecidos se plantea al rey una recompra por el municipio, con estas medida el rey seguía cobrando lo acordado, el hidalgo y hombres buenos salían del aprieto, pero, ¿de dónde salía el dinero del concejo para pagar estos regimientos?  Pues solicitar censos, como el caso de Quero que lo intentó para el caso de Piedrola, de vender tierras, Miguel Esteban vendió 90 fanegas en La Vega, arrendarlas, etc.  ¡Cómo no! ellos las comprarían e incluso a pesar de estar prohibido comprar y vender el cargo regidor perpetuo entre privados de forma oficial, siempre hubo una manera de hacerlo y con permiso del rey.

 

 Esta era la colaboración entre hidalgos y realeza, el rey necesitaba dinero para sus ejércitos  y los hidalgos se los proporcionaba a cambio de secuestrar una parte para ellos. Esta tendencia comenzó a cambiar con el reinado de Carlos II, pero el resultado fue el enfrentamiento y motín contra los inspectores reales. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Miguel Esteban y su comarca en tiempos de Cervantes. El poder local

(PRIMERA PARTE)   J.J. Ruiz Ibañez y Oscar Morín,  forman parte de Red Columnaria, un proyecto cuyo fin es comprender el pasado de una Coron...