Vistas de página en total

lunes, 6 de junio de 2022

Las obras municipales de La Puebla de don Fadrique en el siglo XIX antes de la desamortización. (La Villa de don Fadrique, Toledo).

   

Diseño del ayuntamiento
de Puebla de don Fadrique.
1770.

   Se las vio y se las deseó el alcalde de Villa de Don Fadrique, (foráneo, alcalde de letras y mal visto por la familia de los Lara) para construir un nuevo ayuntamiento y pósito allá por la década de 1770.           Estas obras se realizaron gracias a un remanente que había en las arcas municipales acumulado en  otros años. En pueblos vecinos como Corral de Almaguer, Madridejos o Herencia, los proyectos de estos años se financiaron con múltiples problemas al sacar las tierras de propios destinadas al ganado  a subasta publica. Las nuevas subastas suponían reactualizar las tasas pagadas por los mayores ganaderos de cada localidad, que por lo general, estaban devaluadas en un trescientos por cien con respecto al valor real de tal arrendamiento. Estos alcaldes acabaron enfrentándose a las familias con más solera de cada localidad, las cuales no dudaron en provocar alborotos y lanzar amenazas tanto al alcalde como al resto de hidalgos o pecheros del común que formaban los ayuntamientos de la época, hasta el prior de Uclés hizo campaña de difamación en contra del alcalde de letras de Corral de Almaguer entre el vecindario. En estas condiciones, no todos los proyectos de los nuevos alcaldes pudieron llevarse a cabo. 

   La descripción del ayuntamiento y el pósito de Puebla de don Fadrique en 1770 reflejan la decadencia de estos edificios y la necesidad de arreglarlos, una cárcel húmeda y lúgubre, un pósito con grandes deficiencias en el tejado,...  es más, los miembros del ayuntamiento se reunía en La Casa de la Torrecilla por miedo al estado de la estructura de la casa consistorial; además se habla de acondicionar y adecentar la plaza, para ello alejarían de la iglesia la carnicería, lugar que olía mal, ensuciaba la calle de sangre y era poco decoroso...

  Superadas las trabas, el ayuntamiento de La Puebla de don Fadrique acabó construyéndose. 

  En el siglo XIX, las obras municipales se sufragarán en ocasiones de manera distinta a las de otros pueblos, como fue el empedrado de las calles y el cementerio entre otras obras. En estas obras se recurrió al uso de la mano de obra de los jornaleros, los mayores contribuyentes pagarían su aportación en dinero, justo lo que estaba ajustado el  jornal (un rico y un pobre pagaban igual pero al empedrarse siempre las calles del centro del pueblo se alzaba revuelo entre los vecinos que no veían bien el sistema), con el dinero en metálico que se recogía se  compraba el material de construcción que no se podía conseguir en la localidad. Otra forma parecida de organizar el trabajo de las obras públicas consiste en dividir el trabajo de tal forma que los agricultores y ganaderos recogen piedra en carretas, los albañiles y carpinteros harían las obras y los más adinerados pagarían el dinero correspondiente al jornal. Esta fórmula de ejecutar obras se llamaba por incitación vecinal.

 

Alzado de las casas consistoriales.
Cimientos y tapias. 1770

  La necesidad de obras en Puebla de Don Fadrique en el siglo XIX era más que evidente, se ejecutan 2 proyectos para los cementerios ( 1835 y 1858) se arreglará el camino que lleve al ferrocarril de Villacañas ( se usará piedra ), se construye un aula para niños, una callejuela se sanea, se proyectan soportales en la plaza para el comercio, una cárcel nueva (1835) pues los presos se escapan debido al mal estado de esta. Para que no se escape nadie se tienen que llamar a voluntarios que hacen guardia por la noche, con lo cual, pierden el jornal del día siguiente...

  Las obras que se hicieron, serán casi siempre con fondos de propios y con alguna ayuda del gobernador provincial, no hay una voluntad clara de vender tierras, en ocasiones se habla de pagar las obras con fondos del Pósito.  A partir de 1860, cuando la venta de las tierras sea una obligación debido a la llamada desamortización de Madoz, un grupo de vecinos de Puebla de don Fadrique escribirán al Ministerio de Gobernación reclamando el título de unas tierras. El expediente es corto y salvo el paraje poco más dice. No es descabellado pensar que ante el temor de no poder pujar por las tierras algunos propietarios medianos se agrupasen para pujar por ellas e incluso hicieran una compra de manera fraudulenta antes de que se sacaran a subasta por parte del Estado y no pudieran competir.

 Gran parte de los pueblos de la comarca habían vendido tierras para pagar los gastos y las obras en el siglo XIX, Miguel Esteban 30 fanegas para hacer un pozo y 40 fanegas para mejorar el ayuntamiento, parte de El Coto y el Cerro los Guardas para los gastos de la guerra contra los franceses, además de repartimientos y otras. El Toboso, entre 1812 y 1813 venderá muchas de las parcelas de lo que fue Gúrquez en porciones de 3 y 6 fanegas. Quero venderá cerca de 600 fanegas en dos veces... luego las mejores tierras para la agricultura fueron vendidas en estos pueblos antes de la desamortización.

 La pregunta que se plantea es la siguiente, ¿hasta qué punto afectó el no vender las tierras de propios para recaudar los fondos necesarios para las obras a la nueva estructura social? 

  En algunos pueblos, las ventas fueron denunciadas y se volvieron a vender en proceso público, quedando en manos de una sola persona las tierras que se vendieron años antes a varias personas, otros ayuntamientos vendieron de forma legal las mejores tierras de labor para realizar las obras necesarias en el pueblo. La idea que se plantea es averiguar y comparar el desarrollo social y la evolución de la propiedad de los pueblos que vendieron tierras entre los vecinos antes de la desamortización y los que sólo desamortizaron y quedaron las tierras de propios en manos de una o dos personas desvinculadas por lo general de la localidad. 

  A Juan, Javier, y demás amigos de la Villa....

   Vicente Torres Encinas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Miguel Esteban y su comarca en tiempos de Cervantes. El poder local

(PRIMERA PARTE)   J.J. Ruiz Ibañez y Oscar Morín,  forman parte de Red Columnaria, un proyecto cuyo fin es comprender el pasado de una Coron...