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miércoles, 4 de diciembre de 2024

Acta de 1938 vs nacional catolicismo en Puebla de Almoradiel.

 


Durante la Edad Moderna, muchos de los países actuales intentaron centralizar sus distintas regiones en torno a un elemento común, en Francia, la fuerza de católicos y protestantes hacía imposible que unos pudiesen vencer sobre otros, y vieron en el rey y el elemento centralizador, sin embargo, en la Península Ibérica tras la expulsión de judíos y moriscos, la religión católica era el factor común que unía a todos los reinos, de hecho, el nombre oficial de los reinos de Felipe II y descendientes era el de Monarquía Católica, ni España, ni Castilla, ni Flandes,... y por si fuera poco, había un tribunal que actuaba por igual en todos los reinos, la Inquisición. (Para saber más leer a Eduardo Manzano, España diversa).

 

La hegemonía de la iglesia fue patente durante todo el periodo histórico denominado Antiguo Régimen, llegó incluso a ser un soporte muy importante para contrarrestar abusos de los hidalgos contra los campesinos en múltiples ocasiones, e ideológicamente encontraremos un elevado número de sacerdotes que si bien no son ilustrados, sí que aceptan las ideas de progreso material de la Ilustración pero sin que hubiese un cambio social que rompiera con el sistema establecido.

 

 Durante el siglo XIX se radicalizó la postura de la Iglesia y de los sacerdotes virando hacia las posturas  más conservadoras, por un lado achacaron a la razón y los ilustrados la llegada de Napoleón, y por otro, veían como el liberalismo programaba y reclamaba la venta de tierras del clero. Ante esta tesitura el clero se asoció a los elementos más conservadores de la sociedad, sobre todo tras las desamortizaciones, pues pasó de ser el mayor terrateniente del reino a depender de que le enviaran mensualmente la paga de los sacerdotes desde el Estado, lo cual, llegaba mal, tarde y nunca, y por otro lado,  de la limosna de los más potentados del lugar. Desde entonces la iglesia no mordería nunca la mano que le dio de comer e hizo todo lo posible por actuar en política en beneficio de éstos, intentó mantener el monopolio de la educación y le costó aceptar los avances en medicina y su poca importancia en la ciencia médica.

 

 Ante este panorama, muchos de los obreros se alejaron de la Iglesia por motivos sociales, pues siempre se opusieron a las reclamaciones obreras, por otro lado, burgueses e intelectuales vieron como la iglesia impedía la entrada y salida de intelectuales, obras maestras, etc, en definitiva impedían el desarrollo del país. Estos intelectuales se agruparon en torno al republicanismo y liberalismo. El apego a la política por parte de la iglesia fue tal, que es imposible entender el fin del periodo de la Restauración sin hablar del fin de la influencia de la Iglesia en lo político y social.

 

 Un ejemplo lo podemos ver en las revistas eclesiásticas, donde se publicaban el número de afiliados a los sindicatos obreros o a la hora de dar prioridad a los católicos para acceder a empleos municipales si tenían el beneplácito del cura del pueblo. Por efecto o por defecto, la Iglesia se alienó con la derecha conservadora para mantener sus privilegios (hoy desde VOX y otros los llaman derechos). La simbiosis fue tal, que al estallar la guerra los más exaltados destruyeron y quemaron iglesias (como 100 años antes hicieron aquellos liberales que hoy están en el PP y Ciudadanos) pues no entendían las imágenes como un objeto de arte, para ellos eran el símbolo visible de la explotación, de una sociedad injusta que les quitaba la comida de sus hijos a cambio de un mundo celestial,  a esto hay que unirles que muchos de los patronos eran grandes donantes de ornamentos para las imágenes religiosas de cada   localidad, que además, eran de alto costo. mientras los obreros y campesinos que trabajaban de sol a sol siempre obtuvieron incomprensión de la iglesia a su situación. Esa injusticia social, la vieron reflejada en las imágenes religiosas, objetos de oro, etc, y fue contra ellas contra las que estallaron, pero no obraron todos igual, si bien es cierto que durante unos meses el gobierno no pudo parar el torbellino revolucionario y violento en los pueblos donde la derecha no había podido consumar el levantamiento, no significa que la República no fuera consciente del valor de las obras de arte que  había en cada lugar.  De ahí la creación de la Junta de Incautación y Protección para el Patrimonio Artístico.

 

  En Puebla de Almoradiel, comarca de Quintanar de la Orden y  provincia de Toledo, sucedió lo mismo, una serie de personas republicanas impidieron que algunas obras de arte se destrozaran e incluso objetos de liturgia, de tal manera que la imágen del Cristo de Salud se trasladó a una casa particular para su mejor conservación como muestran las actas de  Thomas Malonyay y Alejandro Ferrant.

 


¡ Martires y héroes, retomad el vuelo

y sepa el orbe, oyendo vuestra Historia,

que para dar espacio a tanta gloria

Dios ha tenido que ensanchar el cielo!

                                                                                                        Ortega MorejonJ.M. 1936-38

  Al acabar la guerra, el franquismo como sistema político tuvo su sustento intelectual en el Nacional- Catolicismo, buscaba la uniformidad ideológica e identitaria, de tal forma que aquel que era español debía ser católico y aquel que no era católico no podía ser un buen español (Ascunce Arrieta,J.A 2015.95) Siguiendo a Ascunce y sus referencias a los sociólogos, Le Bon y Adorno y de la historiadora  Gema Iglesias, el siguiente paso fue coaccionar a quien no siguiera las consignas, hacerlas sentir como propias en el subconsciente de las clases dominadas, de tal forma, que aniquilara cualquier atisbo de las fuerzas de resistencia individual. Pues eso mismo pasó a nivel local, un buen lugareño debe velar por el santo de su pueblo de forma incondicional, y para ello debía volverse a crear un mito que además debía mezclarse con lo divino, como bien señala Álvarez Junco en su librazo Mater Dolorosa.

 


Es imposible dar razones lógicas a quien se rige por la fe y no por los hechos, de ahí, que a pesar de las pruebas y actas, nadie cuya mente se haya formado en torno a estas ideologías que recurren consecuentemente a: cuestión de fe cambiará su pensamiento y dirá que los milagros no son milagros. Un ejemplo lo encontramos en el siguiente enlace, desmontado con un simple acta.

 El relato ocificial de los milagros en Puebla de Almoradiel.

El nacional catolicismo está impregnado en nuestra forma de vivir aunque no lo seamos, participamos de sus fiestas, de su manera entender la nación, etc. Es cierto que autores como Villacañas, Alba Rico, Núñez Xeixas y otros han comenzado a escribir sobre el orgullo de sentirse español y de sentir España desde nuevas perspectivas, estos estudios vienen del mundo de la filosofía, sociología e historia y coinciden en algo fundamental: el concepto español es un concepto que está muy bien gestionado por los descendientes del nacional-catolicismo, mientras que los excluidos de aquellos años son incapaces de dar una alternativa al concepto español más allá de hablar de Estado frente a Nación. Este es el verdadero milagro del Cristo de la Salud, ser símbolo de identidad de todo una localidad de los demás, poco se sabe con certeza,...


 En definitiva, durante casi un siglo, se ha inventado una historia falsa que por un lado daba respuesta a la pregunta ¿Por qué no quemaron el Cristo los rojos? el silencio a esta pregunta seguía perpetuando el cliché del rojo salvaje y asesino.

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