Por más que los regidores pidieran el pago de los impuestos se hacía imposible, de ahí que al final nadie quiera comprar estos cargos en el siglo XVII, no nos podemos olvidar que el impuesto llamado millones, que si se solicitó para reconstruir la armada y de manera extraordinaria perduraría durante el siglo XVII como un impuesto más. La puntilla la dará la política monetaria; el resello de la moneda de vellón y la proliferación de moneda falsa (1680) terminó de arruinar a la población. Población que poco a poco se marchaba ( En 1625 El Toboso tenía 4942 habitantes en 1693 serían 2650). Las resistencias ante este panorama eran varias, el comercio ilegal, la deserción, la queja... pero el conato más violento se vivió en los años finales del siglo XVII en todo el partido de Ocaña.
En El Toboso además tendremos otro agravante más, el ejército que acampaba en las inmediaciones de la población. En Alcázar y Herencia, las quejas de los alcaldes eran constantes ante la llegada del ejército y no debió ser menos en El Toboso, las talas de árboles se intensificaron dejando los montes de El Toboso desprovistos de leña para los vecinos, muchos de los cuales, cogerían leña en montes de pueblos vecinos. (Juan Perona en Miguel Esteban fue muerto cuando se enfrentó al alguacil) También se pidió a Miguel Esteban ¡6.000 encinas! para surtir al ejército de Portugal (Así se llamaba al ejercito castellano que luchaba allí).
Tal fue la situación en Castilla, que los labradores franceses, país con el que se estaba en guerra, llegaban a Castilla a trabajar en faenas de recolección por falta de braceros. En el Toboso sabemos que llegaron franceses por una denuncia que se tramitó a mediados de siglo XVII. Las autoridades tenían sospechas de que fuesen espías.
No hay que olvidar que muchos de los jóvenes que huían a Madrid o Levante lo hacían como desertores, pues entre las guerras en Portugal, Europa y Cataluña tenían un 50% de sobrevivir o no ser mutilado. Es decir, la producción decayó al haber menos mano de obra. Recalcar que el oficio de regidor eximía de ir a la guerra, luego serían los más pobres los que engrosarían las filas de estos ejércitos. Lo que explica la deserción masiva y las cartas de los reyes a las capitales de partido, avisando de las penas por deserción.
Sería en este siglo cuando los hidalgos (6 en 1591) comiencen a aparecer empadronados en EL Toboso. La debilidad del concejo, les impedía materialmente pleitear en la Chancillería de Granada, resultaba más caro al concejo el pleito que la exención de ciertos impuestos que los nuevos hidalgos conseguirían.
Además en estos años se construirán tres conventos, tal fue la proliferación de los conventos que el Papa, prohibió hacer más en Castilla en 1603. En un principio los frailes fueron vistos como una solución a la falta de formación del clero secular, a la postre resultó negativa siendo Carlos III, en el XVIII, quien comenzara una reforma de éstos. Pleitos contra los Agustinos Toboseños los encontraremos en Puebla de Almoradiel y Miguel Esteban entre otros. En todos encontramos un denominador común, la población pobre los prefiere al ser sus servicios más económicos, sin importar la peor preparación que se les presupone.
Al acabar el siglo la situación de El Toboso era la siguiente:
" En 1684 se cayeron 600 casas, y desde aquel año se ha aminorado su vecindario en 200 vecinos,(un vecino suelen equivaler a 4 habitantes) por ausencia o mortandad de ellos, que en 1627 se componía de 1267 y se ha reducido a 567 vecino, con hidalgos y doncellas, no siendo menos reparable que la mayor parte de caudales están sujetos a capellanías y órdenes menores por gozar de la libertad de sus haciendas."
El documento, sigue exponiendo como se ha perdido la mitad de animales de carga, y otras cifras menores, pero este texto de 1691 deja ver la carga tan grande que tiene la localidad para sustentar capellanes, sacerdotes, etc. ya que las tierras que heredaban los conventos, o que estaban sujetas a capellanías, no podían venderse tan fácilmente ni dejarse de cultivar al estar sujetas a un censo de entre un 7 y un 3% sobre el valor de la tierra y no sobre la producción,
" Grandes Reyes han tenido las Españas sin Flandes ni Nápoles". Con estas palabras intentaban en 1659 convencer al rey Felipe IV de que desistiera de las posesiones en Europa y se diera cuenta de la realidad de Castilla. Y no estarían equivocados, será a partir de 1720 cuando acabadas las guerras en Europa los pueblos de La Mancha comiencen a crecer en población, construyan puentes, pozos comunales con sus pilas y gradas labradas en piedra, mejoren las comunicaciones, la medicina, la formación del clero secular; que escribirá libros de agricultura en El Toboso e incluso diseñarán tuberías kilométricas para abastecer de agua a pueblos de La Mancha, diseñan mejoras en los molinos, etc. Además en este siglo se mejorará la educación, haciéndose habitual el pago de un profesor de gramática o primeras letras con el dinero de las tierras de propios que antes se destinaba a las guerras. El Toboso no sería menos, pero ese es ya otro artículo.
Vicente Torres Encinas.
Buena descripción Vicente. Lo he pasado al grupo del Taller. Coincidimos en que la situación es extrapolable a la mayoría de los pueblos de esta Castilla. Sólo cuando los gobernantes miran hacia el interior, está tierra comienza a avanzar sobre bases sólidas.
ResponderEliminarGracias Félix, y por tus consejos a la hora de enfocar el tema.
ResponderEliminarExcelente artículo!! Me gusta aprender sobre nuestra historia más cercana gracias a nuestro magnífico historiador. Continúa ilustrándonos, Vicente. Muchas gracias!!
ResponderEliminarUn abrazo Esther. Gracias por tus comentarios.
ResponderEliminarBuen artículo. Enhorabuena por la investigación. Espero la hayas disfrutado.
ResponderEliminarUn abrazo
Un abrazo
ResponderEliminarUn buen artículo sobre una época difícil. Siglo de oro en el arte y la literatura, decadencia política, crisis económica. Enhorabuena!! Un abrazo.
ResponderEliminarUn abrazo, el próximo artículo irá de iglesia y agricultura en esa época. Un abrazo
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