En las relaciones topográficas de Felipe II(1575) podemos leer que entre Quintanar de la Orden y Puebla de Almoradiel hay un pozo de agua capaz de alimentar la ciudad de Toledo, sobre el cual hay un pleito entre ambas localidades. Según la descripción, el agua mana por los bordes y no se seca nunca, incide en ser el agua dulce, algo muy importante pues la mayor parte de los pozos de la zona son de agua salitrosa que perjudica la salud de quien las bebe, en el siglo XVII podemos leer:
(…) A lo largo de La Mancha se recoge el mejor trigo de España, tanto que, por orden del Rey, sólo se hace pan con trigo de esta zona; si bien es cierto que el pan hecho allí es el peor de todo el reino, por el agua cruda e insalubre por las grandes cantidades de salitre que hay en la tierra (…)
No es de extrañar que pueblos como Villafranca, comprase en los pozos Navarro (Alcázar de San Juan) uno de estos para abastecer de agua dulce a su población en años de sequía.
Pero no será hasta el siglo XVIII cuando se comiencen a hacer obras para evitar estas aguas salitrosas de la dieta de los manchegos, siendo los pueblos con más recursos los que proyectarían fuentes públicas de agua, canalizaciones de más de 20 km, etc... No sin la oposición de los mayores contribuyentes de cada localidad. (Alcázar, Herencia, Madridejos, Consuegra, Corral de Almaguer) mientras, los aguadores con sus cántaros y los boticarios en sus boticas nutrirían de agua dulce a los vecinos a un precio muy alto para los más pobres.
Las obras sobre este tipo de pozos será una constante durante el XIX y el XX, destacando el arreglo del pozo Bailén en Puebla en 1914, obra en la que se encontraron restos de aves prehistóricas.
En Puebla de Almoradiel encontramos un pleito en 1767 entre la familia de Manuel Ortiz Villajos y los vecinos del lugar por el paso a un pozo dicen ser del concejo, en una zona conocida como Casa Alta, el hijo de Manuel intentará tapiar el pozo al igual que hizo su padre, para ello alegarán pruebas físicas como es la muestra de los cimientos antiguos de un jaraíz, así como el testimonio de familiares suyos que ocupaban cargos en el ayuntamiento.
Por otro lado Francisco Novillo, síndico del pueblo defiende que durante años ese pozo ha sido usado para dar de beber a las caballerizas y ganados de la localidad. El caso será Juzgado en Villanueva, donde le darán la razón a Novillo, multando con 50.000 maravedíes a Ortiz Villajos si no elimina el tapial.

Del acto destacan algunas curiosidades que nos ponen de relieve que la construcción de pozos no era algo aleatorio, pues mantenían entre sí una distancia de 500 varas, además tenían una misma tipología; se construyen en plazuelas, tienen cuatro brocales, con gradería, pilas asiduas para el uso de las labores, excepto el que llaman el Dulce y empedrado con guijarros. Al parecer, el pozo en
cuestión no estaba en una plazuela, tenía un sólo brocal estrecho y una pila, y su distancia con otros pozos del concejo es de menos de 80 varas. Argumentos que le valdrán ganar el pleito.
Destacar los nombres de los pozos: Dulce, Ejido o de la Virgen, Pedrocha, Bailén, Juan Alomso y Herrero.
En agradecimiento a Pilar, amiga y bibliotecaria de Puebla y mis amigos Noelia y Alberto.
Por VicenteTorres Encinas