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jueves, 26 de agosto de 2021

( Ferias 2021) Juan Patiño y la pedagogía. Capitulo II

   

25 de Mayo de 1926.

   En 1909 podía leerse en el periódico satírico El Mortero que si algún profesor quiere adelgazar, coja la plaza libre que hay en Miguel Esteban, a cuyo profesor se le debe 9 meses de sueldo.

   Juan Patiño Torres no fue el primero en hablar de pedagogía en Miguel Esteban, le precede Antonio Panadero, abogado que en 1811 escribiría un tratado que se enviaría a las Cortes de Cádiz para su incorporación a la Constitución de 1812. Si Antonio Panadero seguirá el discurso de Rousseau para la elaboración de su tratado sobre educación, Juan Patiño pondrá en duda la idea principal de Rousseau y Kant en esta cuestión. Aun así, valen la pena leer y sacar conclusiones propias, tanto el artículo titulado  El niño, ¿bueno o malo? pues no deja de ser una pregunta eterna que el ser humano debate generación tras generación, como la poesía Maestro, donde el autor demuestra su pasión por la docencia que le acompañaría toda su vida. 

  Sin duda, los años 20´del siglo pasado no tenían las condiciones más optimas para los profesores en España, y no sería distinto en La Mancha. A los profesores no solo le afectaban las condiciones económicas de sus sueldos, peor si eran mujeres, además políticamente estaban muy vigilados por las autoridades locales ( En la vecina localidad de Quero llegaron a expulsar a un maestro que en estos años fue el alcalde). Aun así, en los años 20 encontramos mejoras como la compra de la enciclopedia Espasa Calpe en cada Ayuntamiento por ley, se permitía pagar a plazos y no podía ser otra que no fuera la Espasa...de Miguel Esteban se conservan algunos recibos de pago, el alquiler de casas particulares para mejorar las condiciones de los alumnos cuyas aulas estaban repletas pues las dos que había en las instalaciones municipales se quedaban pequeñas, una mejor regulación de la paga mensual e incluso se consiguen pequeñas pensiones de jubilación desde finales del XIX... El tema de la educación es un tema muy interesante y del que poco a poco se van teniendo muchos documentos nuevos, entrar en materia llevaría varios artículos y el objetivo de este es la visión sobre la pedagogía de Juan Patiño Torres más que una visión global de la cultura y educación en Miguel Esteban en aquellos años. Trabajo que se hará, pero en otro momento. Siendo un artículo de libro de feria, es normal que  esté pensado más para recordar que para analizar en profundidad un pilar social tan importante como la educación.

   En este artículo se volverán a publicar dos de los textos de Juan Patiño Torres, que han sido rescatados del olvido. En uno nos habla de pedagogía y en el segundo un poema dedicado a la docencia.

   El niño, ¿es bueno o malo?

  Para Don Vicente G. Patiño, Maestro de primera enseñanza.

    "El niño que acaba de nacer, no es bueno, podrá llegar a serlo" (Platón).

  A pesar de la pretendida aseverativa platónica, sobreviven en nuestra mente otras que nos ha dado Rousseau de que " Todo es bueno al salir de las manos del Autor de todas las cosas", y Kant, " No hay en el hombre gérmenes más que para el bien". Éstas y aquéllas son aseveraciones que desde el punto de vista de la pedagógico, no carecen en lo más mínimo de fundamento por cuanto que al niño observado en el juego, ambiente donde se desliza con mayor libertad de acción, tiende a obrar según su voluntad, inconsciente de lo que es bueno y debe practicarse como de lo que es repulsivo y debe deplorarse. Y por tanto mantener rotundamente un criterio sobre uno a otro extremo de la psicología del niño, es mostrarse ávido de discusiones y violencias...

  Al niño pudiéramos compararlo con el tierno arbolillo que surge sobre la superficie de la tierra: al nacer dicha planta, no lleva en sí la intención de hacerse un árbol robusto, fuerte, vigoroso y pletórico de savia como así mismo crecer y desarrollarse  derecho, altivo y hermoso..., sino según los cuidados que le prodigue el jardinero, el cual le guía derecho y le proporciona las substancias necesarias para un crecimiento y desarrollo, el árbol será frondoso y erguido, pero si sele descuida en un periodo de formación, crecerá torcido y maltrecho, guiando abiertamente su tronco y rama donde se albergarán con el tiempo el raquitismo y miles de insectos y microbios que se irán infiltrando hasta dañarle el corazón... 

  Análogo es el cultivo de la planta racional niño: al nacer el niño, nacen con él los gérmenes buenos y malos y van desarrollándose en razón directa de la educación moral que se le imprime, los gérmenes buenos, y en razón inversa los malos. Al contrario sucedería al prodigarle en su conciencia mora al prodigarle en su conciencia moral una clara cantidad negativa de educación...

   Se elige de esta comparación, que tanto éste como aquél necesitan un guía que les repriman  sus faltas y les prodigue elogios a sus buenas acciones ( en el árbol su buen desarrollo), señalándose el camino que han de seguir y que les está trazado por el dedo de Dios sobre este mundo. para que, encauzados en él, jalón y antorcha que nos conduce a todos los humanos a gozar la bienaventuranza que nos está reservada en la gloria, lleguen a cumplir con fin último para que fueron creados...

 Luego el niño, ser inconsciente y desconocedor de lo que es virtud y el vicio, obra en el sentido que más le agrada, ignorando si lo que practica es bueno o malo. Por tanto, para que el niño sea bueno, basta que se desarrolle en un ambiente saturado y pulimentado de buena educación que le sirvan de dique donde se estrellen sus malas inclinaciones, desterrando así los malos gérmenes que con él nacieron. ¿ Cómo se consigue lo anteriormente dicho? Se consigue con un buen maestro, piedra angular donde descansa la buena educación moral e intelectiva. 

   Luego, por último,  convendremos en que el niño no es pues principalmente virtuoso ni vicioso, es no más que un ser inconsciente en cuanto desconoce lo bueno y lo malo y obra en virtud de sus propios impulsos, que será según la educación moral que asimile, buena o mala y según sea el maestro que pretenda moldear sus sentimientos.

Juan Patiño Torres. 

   Maestro de Primera Enseñanza. Miguel Esteban a 22 de enero de 1929.  






    















Enlace al primer artículo                              

  Vicente Torres Encinas.










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